#maternidad

Querido donante

En primer lugar, gracias. Sin ti, mi deseo de ser madre no hubiese sido posible.

Durante el embarazo pensé varias veces en ti. ¿Serías una persona sana? ¿Serías buena persona? ¿De dónde serías?

En España las donaciones son anónimas, altruistas (reciben una pequeña compensación por las molestias que les pueda causar el proceso de donación) y voluntarias.

Los candidatos que tienen intención de donar su semen deben cumplir unos requisitos con la finalidad de garantizar el éxito de los tratamientos y se someten a unas pruebas: seminograma (análisis seminal), prueba de congelación del semen, estudio genético, estudio de enfermedades infecciosas y test psicológico.

Además, en España, la ley exige al donante tener entre 18 y 50 años, no padecer ninguna enfermedad infecciosa transmisible a la descendencia (VIH, hepatitis B y C o sífilis), no tener ninguna enfermedad genética ni antecedentes familiares de alteraciones hereditarias, buena salud física y mental (esto se comprueba mediante pruebas médicas y psicológicas) y tener una calidad seminal excelente para garantizar un alto porcentaje de éxito y que los espermatozoides sobrevivan al proceso de congelación.

Genéticamente formas parte de Victoria.

De su carácter hay dos cosas que, clarísimamente, no son de mi familia, así que deben de ser tuyas.

Victoria es una niña súper cariñosa; conmigo, con la familia y con sus amigos. Da besos y abrazos. Además, expresa sus emociones y sentimientos sin ningún pudor; “te quiero”, “te echo de menos”, “eres la mejor”. Nada que ver conmigo.

El buen despertar ¡Esas mañanas! Desde que abre el ojo se pone a hablar. Siempre amanece contenta, sonriendo y feliz. Ha conseguido contagiármelo a mi también. A ver… no todos los días, pero tengo mucho mejor despertar que antes de nacer Victoria. ¡Quién me lo iba a decir!

Y físicamente hay dos cosas que son tuyas; la nariz y el culo. La nariz es chiquitísima y monísima. Parece un botón. Ahí has puesto mucho de tu parte. A veces me pregunto cómo le caben los mocos en ese espacio tan pequeño. ¡Y su culito respingón! Es muy achuchable. Ya lo quisiera yo para mí que no tuve culo ni cuando estaba embarazada…

¡Ah, me olvidaba! Esa facilidad para ir al baño a cualquier hora y en cualquier sitio. Nada es un impedimento para Victoria. ¡Qué envidia me da!

No sé si eres de Madrid, de Navarra o de Córdoba. Sólo sé que debes medir unos 175 cm, eres de raza blanca, tienes pelo marrón y unos preciosos ojos color negro azabache. Más que suficiente.

A ti, donante anónimo y generoso, sólo puedo darte las gracias por tu ayuda. Gracias a tu donación tengo a lo mejor de mi vida; mi pequeña Victoria.

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