Y de repente…

… cuando menos lo esperaba, cuando me consideraba casi inmune… ¡Bingo! Positivo covid. Las dos.

En menos de 24 horas estaba viviendo exactamente las mismas situaciones que dos años atrás; acuarelas, actividades, manualidades, búsquedas del tesoro, ver fotos, cocinar. Esta vez, no sé muy bien cómo, ni por qué, pero estoy psicológicamente preparada. Me lo estoy tomando hasta bien. No lo voy a decir en voz muy alta, pero creo que lo estoy disfrutando un poquito.

He notado grandes diferencias con respecto a hace dos años. Victoria es mucho más autónoma. Se pasa sus buenos ratos jugando ella sola y eso ¡MA RA VI LLA!

Esta vez hemos abierto nuestro abanico de quehaceres. Hemos recogido los juguetes (ya tenemos dos bolsas preparadas para llevar a la Obra Social) y tenemos otra bolsa de cuentos para regalar. Después de dos días terminamos con el cajón de la ropa de playa. Ahora que viene el buen tiempo… pues ya tocaba ver qué le servía del año pasado y que no. Total, que medio cajón para regalar. Es impresionante a la velocidad que crecen estos niños. Toca ir a reponer bañadores, ropa y calzado de playa. Y leyendo. No sé cuántos cuentos se ha leído en estos días. La verdad es que es una maravilla. Ahora sólo falta que lea en bajo para poder leer yo a la vez. Y hasta hemos visto pelis del tirón. Hace dos años era impensable.

Estamos aprendido a jugar al ajedrez (bendito Youtube), hemos avanzado con el piano (bendita aplicación Simply Piano). Vamos, que un par de días más aquí y salimos las dos doctoradas.

Encima, tengo hidratado hasta el último poro de mi piel, el cutis como el culito de un bebé. Ya estoy acabando con todas las muestras que tenía.

Nos está faltando salir a aplaudir y poco más.

¡Ah! Y tuve una gran fortuna. En serio, ¡¡gran fortuna!! de que Victoria había tenido piojos la semana anterior. ¡¡Siete días encerrada en casa y una cabeza llena de liendres!! ¿Se puede tener mejor entretenimiento? No sé ni cuántas veces le he revisado ya ese pelo. Lo tiene hasta más liso de pasar tanto la liendrera.

¿Y cómo estamos? Victoria como una rosa.

Y yo bastante molida. Los dos primeros días tenía el cuerpo destrozado. Como con una gripe fuerte, muy fuerte. A partir del tercer día me costaba respirar, tenía un tos horrorosa y estaba muy taponada. Las dos hemos dado todo el tiempo negativo en los auto test de farmacia. Menos mal que se me ocurrió ir al médico para que me mirase lo de la respiración. Si no es por eso seguimos las dos haciendo vida normal. Ahora sigo con mucha tos y mocos feos, pero ya tengo mejor cuerpo, así que sólo queda mejorar.

Le dije a Victoria que yo estaba mala y que teníamos que estar las dos siete días en casa. ¿Pero sin salir? ¿Las dos solas? Me preguntó. ¡Vaya fiesta montó! No creo que nada le pudiese hacer más ilusión en ese momento. Aquella tarde, justo después de mi positivo por la Seguridad Social me hice auto test de farmacia en casa y di negativo. La cara de pena de Victoria era un poema. ¿Y ahora no nos vamos a quedar en casa siete días? Me preguntó. Definitivamente, esta niña es feliz en casa, con sus cosas, sus juguetes, sus cuentos. Conmigo. Y yo no paro de buscar actividades para hacer con ella todos los fines de semana.

Pues que aún nos quedan unos días más en casa. Así que ¡ánimo y fuerza para mí!

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s