Mi pequeña Victoria y yo seguimos viviendo en casa de los abuelos. A mi me ayudan mucho, nos tratan muy bien, nos miman, nos consienten, nos cuidan. Nos quieren mucho. Estamos muy a gusto.
Cuando estaba embarazada pensaba que en uno ó dos meses estaría preparada para irme a mi casa con mi niña. Para comenzar nuestra vida en esa casa que con tanto cariño arreglé para ella. Durante el embarazo me volqué, me entregué para que la nueva habitación estuviese perfecta para cuando llegase Victoria.
Estamos a 26 de diciembre y apenas hemos pisado nuestra casa un par de veces para coger ropa, arreglar papeles y poco más. Al principio esto me daba mucha pena y me hacía sentirme triste y lloraba. Me apetecía estar las dos en casa, en nuestra casa. Ahora pienso que hice bien en no ponerme fecha de vuelta. Tenemos mucha vida por delante para estar las dos en esa casa. Hasta ahora he necesitado el apoyo de mi familia y, sobre todo, de mi madre. Ha sido muy importante poder contar con su experiencia y con sus consejos. Estar viviendo con ella me ha dado confianza en mi misma y en mi papel de madre. Me hace sentir que lo estoy haciendo bien y que tengo la situación bastante controlada. Está claro que tendré momentos de agobio, de estrés, de incertidumbre, de miedo. Así me he sentido, incluso acompañada, estos días que Victoria ha estado malita. Eso no me lo va a quitar nadie. Eso lo tenemos todas las madres.
Aún así, puedo decir que ya me siento preparada para comenzar nuestra vida juntas. Me siento fuerte, de mente y de cuerpo. Estoy muy ilusionada. Yo creo que pronto nos mudamos.
Poco a poco. Ya he aprendido que no puedo tener prisa. Las cosas van surgiendo de la mejor manera posible y de la forma más conveniente para las dos.
Queridas Raquel y Victoria, me alegra mucho saber que ya la mamá se encuentra preparada para estar las dos juntas en su casita y Victoria disfrutando en su habitación que con tanto esmero y detalle le tiene preparada su mamá. Cada día es un progreso más y una nueva oportunidad para conocerse mejor. Victoria no sabe llorar pero ya su mamá es capaz de distinguir cualquier sonido que emita ya sea de hambre, sueño….
Ya sabemos que los primeros tiempos son difíciles pero, yo también sabía, que con la perseverancia y el empeño de la mamá lo conseguirías muy pronto.
Estos días han sido difíciles ya que las dos han estado malitas, aún así Raquel lo has llevado como una jabata. Puedes con todo
Estoy muy orgullosa de ti y tengo la tranquilidad de saber que Victoria tendrá una mamá excelente que la hará muy pero que muy feliz.
Te quiero mucho
Mamá
Me gustaLe gusta a 1 persona